¿Cuándo debo cambiar los faros de mi vehículo?

La buena iluminación de tu vehículo es muy importante tanto para ti como para el resto de automóviles y personas que circulan por la carretera. Por lo tanto, es de vital importancia que los faros se encuentren en buen estado: hoy en DIESSA te contamos todo lo que debes saber para llevar un correcto mantenimiento de tus faros.

Primero de todo, ¿por qué se desgastan los faros del coche? Esto puede deberse a muchos factores entre los que se encuentran:

• La exposición: Los elementos ambientales (sol, lluvia, nieve, etc.) provocan que, con el tiempo, los faros se desgasten. Normalmente no provocan su ruptura pero sí que pueden hacer que su superficie se vuelva amarillenta, que pierda su transparencia o su hermeticidad haciendo que la suciedad y el polvo se acumulen

• Sellado deficiente: Si los faros no se encuentran bien sellados, serán más propensos a acumular agua, polvo u otros elementos exteriores. Algo que se ve incrementado con el paso del tiempo

• Golpes: Con golpes nos referimos a pequeños impactos recibidos por objetos que se encuentran en la vía (como piedras, por ejemplo) que producen grietas o astillas y disminuyen la eficacia del elemento

• El paso del tiempo: Conforme pasa el tiempo, simplemente los faros van desgastándose con el uso diario. Sobre todo si están expuestos frecuentemente a condiciones metereológicas adversas

Ahora que ya sabemos los motivos por los cuáles pueden desgastarse los faros de nuestro vehículo… ¿cuándo debo cambiarlos? Pues bien, en cuanto notemos que nuestros faros están desgastados y ya no cumplen su función, es hora de cambiarlos o restaurarlos. Según el estado en el que se encuentren, podemos optar por sustituirlo o, simplemente, arreglar los ya existentes.

Para realizar una u otra, debemos saber si estamos ante una avería en el sistema de alumbrado del vehículo. Si el desgaste es estético y los faros presentan opacidad, pequeñas ralladuras o han adquirido un color amarillento, estos pueden ser perfectamente restaurados. Si por el contrario, presentan roturas o su sellado no es tan efectivo como antes, deberán ser sustituidos.

Recuerda que el estado de tus faros es muy importante para tu seguridad y la del resto de integrantes de la vía. Además, un uso incorrecto de estos puede acarrear grandes sanciones económicas. Haz un buen mantenimiento de ellos.

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